Si desde el 2015 la conclusión del artista había planteado algunas dudas de si fue un asesinato o un suicidio, ahora tras la reapertura del caso se sabe que su exmánager Natalia Améstica es la responsable del fin del músico.
“Estoy haciendo este video para confesar públicamente mi responsabilidad en el doble homicidio de Carlos Mungar y Tirone González”, dijo Améstica en un nuevo registro.
La mujer, también conocida como María Natalia Améstica fue la mánager del artista cuyo nombre real era Tirone José González Orama.
La misma fue esposa de Carlos Molnar, amigo de Canserbero y quien también falleció aquel fatídico 20 de enero del año 2015.
Tras el hecho Natalia había servido como testigo entregando una serie de declaraciones falsas. En un punto incluso apuntó a que el rapero supuestamente tenía ataques de esquizofrenia.
De hecho, la exrepresentante dio a entender que González había matado a Molnar como parte de un arranque psicótico y que aquello derivo también en el salto del artista desde un décimo piso.
Pese a que había desarrollado una relación profesional con el músico, para el momento de su muerte estos ya no estaban vinculados y el mismo Canserbero había aclarado que estaba agobiado de Améstica.
Canserbero, Guillermo Améstica y un “problema emocional”
En otro sentido, la implicada tiene un hermano llamado Guillermo, quienes en conjunto son conocidos en el ámbito de la producción como “los hermanos Améstica”.
Este último fue quien se sumó a la coartada ante los medios de comunicación en horas posteriores a la muerte. “Estaba como alucinando, no sé qué tenía exactamente, pero tenía un problema emocional”, declaró afianzando lo dicho por su hermana.
Desde que se reabrió el caso en noviembre pasado, Améstica había aparecido en el radar de la fiscalía como la principal sospechosa en una lista que incluía a otras cinco personas.
¿Y cuál es la relación de Chile con la muerte de Canserbero?
“El problema empezó en Chile un mes antes, cuando en plena gira supe, después de haber hecho la organización y comprar los pasajes para irnos para allá, que no iba a recibir pago por parte de Carlos”, contó ahora.
Tras armar una cuidada escena del crimen, la mujer aclaro qué “Me fui a Chile, huyendo, aterrada, pensando que al final se iba a saber la verdad”. Un episodio de escape que también involucró a su hija y hermano.
Posterior a la reapertura de la carpeta investigativa, se pidió la deportación del dúo para que volvieran a Venezuela. Según se sabe tras la salida de Chile, ambos estaban con arresto domiciliario en dicho país.
“En marzo la Defensoría del Pueblo reabre el caso, me llaman, pero yo voy con la confianza de que tanto Fiscalía como Cicpc decían que era un homicidio o suicidio”, contó.
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