Navidad en Chile: ¿Cómo se celebraba antiguamente esta festividad?

En el Ciudadano ADN tuvimos una nueva edición del Ciudadano a Pata, en donde Mario Cavalla nos trajo una columna dedicada a la antigua Navidad en Chile.

“Hoy día ya está convertido, lamentablemente, en un festival del consumismo”, comentó el periodista al inicio de la conversación, quien luego dijo que “me da la impresión que existe una tendencia de la nueva generación a aminorar ese frenesí que se provoca en los meses de diciembre”.

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¿Cómo era la antigua Navidad en Chile?

De acuerdo a Mario Cavalla, durante el siglo XIX, la navidad se celebraba más al aire libre, a diferencia de los tiempos actuales. “Básicamente, no se hacía nada puertas adentro. El espacio era muy similar a lo que son hoy las ramadas o fondas”, expuso.

En esa misma línea, el columnista del Ciudadano ADN detalló que “la Alameda estaba llena de stands de comida, por lo general, o de ventas de artesanía, en donde la gente se reunía, para comprar frutas, flores y hacerle ofrendas al Niño Jesús”.

“Era un Chile muy religioso, muy católico en la segunda mitad del siglo XIX. Además, también había muchas fiestas de baile, entonces se convertía en una gran bacanal. Era prácticamente una fonda”, aseguró.

De ese mismo modo, Cavalla manifestó que “el tema del recogimiento no estaba tan instalado como si se fue instalando con el tiempo”. “Era absolutamente una fiesta popular”, agregó.

La evolución de esta festividad

Siguiendo con esta suerte de cronología de la Navidad chilena, Mario Cavalla habló sobre la llegada de la costumbre de regalar juguetes.

“Yo diría que es de fines del siglo XIX y principios del siglo XX, porque empezó a llegar la oleada de inmigrantes, por el lado de Valparaíso, y llegan los alemanes e ingleses que traen esa impronta de Navidad europea, vestida de blanco con los juguetes”, planteó.

Acto seguido, el periodista se refirió a la aparición del popular Viejo Pascuero y afirmó que “aparece con fuerza en la primera década del siglo XX, donde aparece esta imagen”.

“A fines del siglo XIX y principios del siglo XX empieza la iglesia Católica a entrar con fuerza y a decir ‘esta es una fiesta religiosa’ por lo tanto, incentiva la cena navideña, el compartir con la familia, y, por otro lado, el recogimiento”, señaló.

Así, el columnista del Ciudadano ADN explicó que “empieza a abandonarse esta costumbre de salir a las calles para celebrar y se empieza a generar esta atmósfera de la cena”.