Con el regreso a la titularidad de Rodrigo Hernández y sin el lesionado Erling Haaland, Manchester City monopolizó el control del balón, pero recién en los descuentos del primer tiempo, y con un autogol de Marius Hoibraaten, pudo abrir la cuenta.
Ya en el complemento, los de Pep Guardiola sellaron un contundente 3-0 gracias a los tantos de Mateo Kovacic y Bernardo Silva a los 52 y 59 minutos, respectivamente.
Con esto, Manchester City enfrentará el viernes, por la final del Mundial de Clubes, a Fluminense de Brasil. Sea quien gane el duelo, habrá un ganador inédito para el campeonato que reúne a los monarcas de cada confederación.