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Por máximas de hasta 35° en la Zona Central: recomendaciones médicas para enfrentar la ola de calor de este fin de semana

Pese a que todavía no comienza oficialmente el verano, las altas temperaturas ya se han sentido con fuerza, mientras que el pronóstico para los próximos días solo anticipa más calor, por lo que es importante el autocuidado.

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Agencia Uno

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Todavía no comienza de forma oficial el verano, pero las temperaturas de los últimos días se han sentido con fuerza en gran parte de Chile, y el pronóstico para este fin de semana largo no será diferente; se esperan máximas que podrían superar los 35° en algunos puntos de la Zona Central del país, por lo que resulta importante conocer algunas recomendaciones médicas para evitar enfermarse producto del calor.

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Tal como ocurre en invierno con las temperaturas más bajas, los expertos hacen hincapié en que toda la población es más vulnerable con temperaturas altas, aunque hay que poner especial cuidado en menores de edad y bebés, embarazadas, adultos mayores y enfermos crónicos que podrían verse más afectados con el calor.

Precauciones médicas ante la ola de calor

Al respecto, Paulina Gómez, directora médica corporativa de Bupa Chile -grupo que realizó un estudio junto al Centro de Cambio Global de la Universidad Católica que identificó cómo las temperaturas extremas afectan la salud- explicó que es relevante que las personas tomen las precauciones correspondientes ante los episodios de calor extremo en varios días.

En ese sentido, la experta resumió 10 recomendaciones a tener en cuenta:

  1. Hidratarse correctamente: el agua es vital y es clave nunca esperar a tener sed, ya que esa es la primera señal de deshidratación.
  2. Usar ropa ligera de colores claros: contar con una vestimenta adecuada y que proteja de la radiación solar es muy importante, y uno de los primeros pasos a tomar en cuenta antes de salir del hogar. Recuerda que los colores oscuros absorven la luz, por lo que pueden producir una mayor sensación de calor.
  3. Utilizar sombrero o gorro: la protección de la cabeza, cara, ojos y cuello es muy relevante.
  4. Alternar los periodos bajo el sol con descansos a la sombra: de esta manera el cuerpo tiene un momento de reposo y enfriamiento.
  5. Usar protector solar.
  6. Lentes de sol.
  7. No consumir alcohol.
  8. No realizar actividad física intensa en los horarios de mayor temperatura.
  9. Preferir alimentos livianos: las frutas y verduras pueden ayudar a sortear mejor las horas de mayor calor.
  10. Reconocer los síntomas de daño por el calor y consultar precozmente en caso de necesitar ayuda médica.

Respecto al último punto, Paulina Gómez explicó que “los primeros síntomas del agotamiento por calor son la sensación de fatiga, sudoración excesiva, náuseas y taquicardia”, por lo que en esos casos “lo recomendable es detener la actividad, buscar sombra e hidratarse en forma paulatina. Al pasar a un golpe de calor, aparece dolor de cabeza, la piel ya no transpira y se pone seca y caliente, hay fiebre y la persona puede desmayarse. Ante estos síntomas, junto a las medidas inmediatas es clave ir con prontitud a un servicio de urgencia”, indicó.

Altas temperaturas también afectan a los más jóvenes

En 2019 se registró el récord de 13 de olas de calor en Santiago, un escenario que se podría superar este verano de acuerdo a algunos estudios, lo que estaría asociado al impacto del cambio climático. En ese contexto, Bupa Chile inició en los últimos años investigaciones consecutivas junto al Centro de Cambio Global de la Universidad Católica de Chile para saber cómo las temperaturas extremas afectan la salud de la población.

En la segunda etapa del estudio se analizaron casi dos millones de registros de atenciones médicas de más de 78 mil pacientes que acudieron a una atención médica ambulatoria en un periodo de diez años (2012-2022). Los estudios previos muestran la asociación entre las temperaturas extremas y los cuadros graves como hospitalización o muerte.

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Calor en Santiago

Así, la investigación pudo comprobar que los eventos de altas temperaturas son también un factor de riesgo para cuadros menos graves, generando descompensaciones en las personas que tienen enfermedades de base (cardiovascular, renal, otras) e incluso en personas previamente sanas, provocando un aumento de la demanda de atención de salud ambulatorias.

Uno de los principales hallazgos del estudio es que se constató que las altas temperaturas también afectan a las personas más jóvenes, que habitualmente no son considerados como grupo de alto riesgo.

“Conocemos que existen grupos más vulnerables a las altas temperaturas, como son los adultos mayores, embarazadas y lactantes, así como las personas con enfermedades crónicas. Sin embargo, los calores extremos pueden provocar daño en cualquier persona y en cualquier edad, como se refleja en nuestro estudio. Todos estamos expuestos a los efectos de un golpe de calor, que puede llevar incluso a situaciones extremas, por lo que es muy importante no exponerse”, puntualizó la experta.

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