Suelo erosionado, la otra consecuencia de los incendios forestales que puede generar inundaciones y aluviones

En otro capítulo de Tu Nuevo ADN, Andrea Obaid conversó con Pablo Silva, socio de la consultora Gestión Hidrología Ingeniería (GHI), sobre las consecuencias que existen ante el suelo erosionado que dejan los incendios forestales, como los que se vivieron una vez más en la región de Valparaíso el verano recién pasado.

Bajo esta condición se establece un factor idóneo para que, cuando llueva en la zona, se puedan generar inundaciones y tener como efecto algunos aluviones, generando más desastres que afecten a las personas.

Profundizando sobre “el efecto posterior a los incendios”, el invitado mencionó que existe un “riesgo potencial” de estas catástrofes “producto de precipitaciones intensas sobre las áreas afectadas”.

“Lo que ocurre en este caso es que se ven afectadas las condiciones hidrológicas de un determinado territorio”, precisó, explicando que “la pérdida de cobertura vegetal genera un efecto”.

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Por otra parte, el especialista hizo hincapié en que debido a “la severidad del incendio, el grado de daño que genera en términos de temperatura, también se ve afectado el suelo, se impermeabiliza”.

“Hidrológicamente hablando, se producen dos efectos: disminuye la infiltración, menos agua es retenida en el suelo; además, aumenta el caudal o el escurrimiento superficial y eso puede ocasionar daño aguas abajo en zonas que concentran quebradas”, complementó.

Respecto a la forma de estudio y análisis para llegar a estas conclusiones sobre los riesgos del entorno, “el principal indicador es: área quemada dentro de una determinada cuenca o zona de drenaje (...) pero en la medida que más superficie se haya visto afectada, es mayor el riesgo. Sumado a las características geomorfológicas que tenga esta cuenca”.

En esta misma línea, y considerando los diversos factores, el también representante en temas hídricos de la Universidad UC Davis Chile, mencionó que los problemas se ocasionan “no solamente donde llueve, sino también aguas abajo, y ese es el principal riesgo”.

Efectos y prevención

Al momento de hablar de la manera concreta y real en que las personas se pueden ver afectadas, Silva enfatizó en las condiciones que se ven alteradas y cómo se transitaría con mayor riesgo hacia los aluviones e inundaciones.

“A lo que se pueden ver expuestos es a un aumento en el caudal normal que presentan estas quebradas en un menor tiempo. Y no tiene que ser un año especialmente lluvioso (...) sino que se necesita una lluvia de alta intensidad y de corta duración”.

Como contraparte, al hablar de prevención, en Chile generalmente se actúa de forma muy reactiva, por lo que el principal desafío es a trabajar de manera anticipada, tanto en la preparación como en la información.

Hablando de manera general, y considerando la responsabilidad de las diferentes instituciones pertinentes, el experto apeló a aprender de la experiencia y revisar los estudios, ya que la “ciencia base existe. Evidencia existe para poder tomar definiciones”.

“Tener identificados los indicadores de riesgo permite saber qué tan riesgoso es el evento al que nos podemos ver enfrentados. Identificar con alerta temprana posibles eventos de precipitación, o zonas (...) esta zonificación o mapeo de zonas de mayor riesgo es algo que uno puede trabajar anticipadamente”, señaló.

“Lo otro que tiene un componente muy relevante es la educación (...) hoy uno puede instalar capacidades, educar a la comunidad en cómo reaccionar ante un evento de incendio y cómo reaccionar ante un evento de posibles lluvias”, complementó.